El dulce atardecer con la vista puesta en los viñedos ...
Hay momentos en que todo parece ir mal, períodos en los que el deseo de escapar de escapar de lo que ha estado a la altura de nuestras expectativas es de gran tentación. Mis últimas semanas han sido así.
Ma come ...? La mujer que chisporrotea, que siempre está lleno de vida, la que sonríe en todas partes a la vez desanimados?! La realidad es que a mí me pasa como nos pasa a todos. La única solución posible es hacer reaccionar, y cuando se puede escapar ...!
Pero cuidado, problemas no huirán, no sería ... los problemas son como nudos en el pelo, si no se disuelven, continuar multiplicándose. Las juntas a las que me refiero, por lo menos mi, son simples evasión de esa naturaleza que me relaja, eso me da la paz, y puedo recargar.
Me encanta viajar, sin prisa, con la mia musica, con mis paradas, pero sobre todo con un ojo a la evolución de los paisajes.
Es tan usted respiraciones reanudar el momento adecuado, y la energía se remonta me trajo de nuevo a ese bienestar que me hace sentir la necesidad de compartir mi manera, vivir y lo que me emociona. Este es mi terapia ... terapia buena vida.
Y lo que es, con la puesta de sol dulce y con un ojo a los viñedos, que terminó mi día en la paz en el silencio de la naturaleza Mocasina Calvagese, en la provincia de Brescia.
De vez, Attilio Pasini, enólogo y propietario de "finca La Torre, Me había invitado a visitar sus viñedos. Esta realidad pone en las colinas de morrena al oeste del lago de Garda, toma su nombre de una antigua torre situada en las proximidades.
Una casa de campo histórica que, a pesar de la restauración en el tiempo, ha mantenido la estructura original que data del siglo XVII. Una historia de las tradiciones de la familia transmite de generación en generación, que ahora tiene veintidós hectáreas de viñedos y olivares,.
Como siempre sucede durante mis reuniones, intercambios de experiencia que nunca fallan, que es como se aprende. Charlando en una soleada tarde de otoño, Di un paseo por los viñedos y las antiguas bodegas con techos abovedados en una estructura típica originalmente el sitio de un antiguo convento.
Después de la visita, continuamos nuestro chat en la sala de degustación de comer castañas asadas acompañadas de un Garda Classico DOC Rosso Superiore, Cosecha 2007, la Red Cunti. Este nombre proviene de la denominación dada en el pasado a Lorenzo, el fundador de la finca La Torre y el creador de este vino.
La mezcla es para la 60% Marzemino, para 30% Groppello de Mocasina, para 10% Sangiovese y Barbera. Se vinifica en acero inoxidable y manténgalo en reposo en tanques de concreto. Posteriormente descansa en barricas y toneles durante al menos un año. Un vino de carácter que se acerca a mis gustos.