Isola Dovarese, una pequeña ciudad en la provincia de Cremona inmerso en las campañas del valle del Po. El paso por este territorio su mirada se vuelve hacia los ríos y las Iglesias Oglio, agli antichi pontili e alle grandi distese verdi. Un ambiente acogedor típico de esta estación del otoño, que recuerda las pinturas de Monet y Gauguin. Un país conocido por su Palio, una manifestación en trajes que recuerdan el período de afiliación al estado Gonzaga. Ahora, en su quincuagésima edición, Se lleva a cabo en la gran plaza XVI marcado por el tiempo, sino también por el abandono. Una verdadera pena, dado el gran número de galerías y edificios antiguos que lo caracterizan, e che potrebbero valorizzarla facendola rientrare tra le più belle piazze d’Italia.
Entre los signos de envejecimiento, se pueden ver algunos signos de atmósferas de época. entre estos, hay una curva hierro esmaltado blanco sobre el que, en caracteres elegantes, hay una indicación de la grieta del café. Un restaurante y tienda de vinos en la familia desde Malinverno 1832, inserita nell’Associazione locali storici d’Italia. Entrando, inmediatamente, Se puede sentir la atmósfera clásica relacionada con art nouveau: ambientes Nouveau, sillas antiguas y una estufa de cerámica. Un local en el pasado conocida como la "Locanda del Ciclista", por las muchas rutas en bicicleta en los alrededores. Sentarse en sus comedores, incluyendo objetos de recuerdo, cartas y fotografías, Esto nos lleva a vivir un breve recorrido por la historia del Risorgimento italiano, e ad assaporare i piatti della tradizione proposti dallo chef Franco Malinverno.
Negli assaggi si nota un tentativo di alleggerire il gusto originale, una tendencia de nuestro tiempo que afecta a la apariencia visual. Sin embargo, el territorio predominante. Además del jardinero clásica y salami Cremonese, se distinguen preparaciones típicas tales como Marubini; la Gnoc en el mulinèra hecho sólo con harina y agua, pero enriquecida con ragú de rabo de buey y setas; tortelli de calabaza, plato clásico de las tierras Gonzaga, rellena con una pasta hecha de calabaza, mostaza picante y amaretti. Entre los postres no se puede dejar de disfrutar de la torta de arena, tan querido por Giuseppe Verdi. El maestro era un admirador como para indicar incluso la preparación adecuada: "Con clara que hace el empeine. Ellos golpean el pozo de color rojo con el azúcar. Se añade poco a poco almidón y la mantequilla bien blanda. Al final de la luz montada. A continuación, se vierte todo en la mantequilla ticcia bien engrasados e inmediatamente en el horno". Un’esperienza di gusto da arricchire con un’interessante visita nella drogheria e nella cantina storica del ristorante, tra etichette e produzioni ricercate.
www.caffelacrepa.it La Crepa -Piazza Matteotti, 13
Isola Dovarese (CR) Te. 0375 396161